Cómo eliminar una aplicación en el acto
Hay ocasiones en que una aplicación deja de responder y no hay tiempo suficiente para esperar a que responda nuestros intentos por cerrarla, por ejemplo cuando se ha desconectado la red y sólo está esperando el cierre normal de la conexión.
En estos casos, un usuario avanzado abriría un terminal, revisará los procesos con ps y con el número del proceso ejecutaría el comando kill para terminar la aplicación en forma inmediata (ej: kill -9 8372). Pero también hay otros dos métodos no tan conocidos que pueden ser sencillos y rápidos de aplicar.
El primero es usar el comando killall. Este comando recibe el nombre de un proceso para no tener que estar buscando su número con el comando ps. Además se puede indicar el número de señal a enviar al proceso, por ejemplo usando “-9” para eliminar el proceso inmediatamente o sin nada para que por omisión le solicite al proceso que termine.
killall -9 pidgin # eliminación inmediata
killall pidgin # cierre normal
Otra forma, es ejecutar el comando xkill. Este comando convertirá el puntero del mouse en una cruz y eliminará la ventana de la aplicación porfiada apenas hagamos click sobre ella. Este comando no necesariamente elimina la aplicación que se está ejecutando, pero en muchos casos sí lo hace. Hay que tener cuidado en su uso, al igual que con la señal “-9” ya que la aplicación no tendrá ninguna oportunidad de guardar lo que haya estado haciendo.
Es un comando bastante old-school y por lo tanto, desconocido por muchos usuarios novatos. Reitero : Úsese con precaución.
No confundir xkill con xbill… un clásico! 🙂
Por un instante, pensé que era *desinstalar* una aplicación, no terminar su ejecución 😛
Para los usuarios de KDE, hay una versión propia del xkill que se activa al presionar la combinación Ctrl-Alt-Esc. Es bastante práctica 🙂